La Arquitectura Barroca es un estilo nacido en Italia a principios del siglo XVII. Prevaleció en Europa y América por más de un siglo y medio.
En qué se distingue la Arquitectura Barroca
Se caracteriza por un uso libre y escultural de los órdenes clásicos y la ornamentación; por la interpenetración de los espacios y su oposición dinámica; y por el efecto dramático que surge de la combinación de la arquitectura con artes decorativas como la pintura y la escultura.
El Rococó es la evolución francesa del Barroco. Se distingue por formas fantasiosas y curvas en el espacio, y una utilización profusa de la forma de la concha marina y el follaje.
El Churrigueresco es la variación española del Barroco utilizada también en el territorio de México y Perú. Se reconoce por un movimiento intenso, visible en espirales y volutas, y una ornamentación abigarrada, de manera especial en los retablos. San Francisco Javier, en Tepotzotlán, es uno de los mejores ejemplos churriguerescos.
Artistas del Barroco
El Barroco encuentra sus orígenes en el trabajo de Miguel Ángel Buonarroti. Otro arquitectos proto-barrocos son Carlo Maderno y Martino Longhi. Y los máximos exponentes del estilo sin duda son el napoletano Gian Lorenzo Bernini -autor de la Basílica de San Pedro y su Plaza, en el Vaticano, y de San Andrés en el Quirinal- y el ticino Francesco Borromini -diseñador de San Carlos en le Quattro Fontane, y San Ivo en la Sapienza.
No es casualidad que ambos sean considerados escultores, antes que arquitectos, pues en la identidad del barroco se encuentra la habilidad de crear escenas narrativas y dramáticas a través de la escultura.
La Arquitectura Barroca fue posible, en buena medida, por el desarrollo de la técnica decorativa conocida como yesería: una argamasa de cal y arena para el exterior, y de yeso para los interiores, que permitió la modelación del espacio. Así, la escultura ya no era una pieza externa, añadida, o colocada, sino que se integró a los elementos estructurales de los edificios.