El Ángel de la Independencia se planeó como un punto emblemático de la Ciudad de México y cumplió con su misión. Sea para eventos o marchas, el llamado Ángel es un punto clave de la capital mexicana. Sin embargo, pocos conocen la historia real detrás de este monumento.

El nombre oficial del Ángel de la Independencia es Monumento a la Independencia. Y es la representación escultórica de la Victoria Alada, mandada a hacer por Don Porfirio Díaz en el centenario de la Independencia Mexicana. La primera piedra fue puesta en enero de 1902 y, desde ese entonces ha sufrido diversos percances.

El proyecto fue supervisado por el arquitecto mexicano Antonio Rivas Mercado. No obstante, no solo es su obra, también participaron el escultor italiano Enrique Alciati y el ingeniero Roberto Gayol, quien supervisó la obra civil.

Las dificultades del Ángel de la Independencia

• En 1906 uno de los lados de la estructura empezó a hundirse. Esto hizo que la base y 2,400 piedras colocadas a una altura de 25 metros tuvieran que demolerse para iniciar de nuevo.
• En 1923 se hicieron adecuaciones para convertir al Ángel en un mausoleo que albergara urnas con restos de héroes de la Independencia. Puede no parecer problema, pero al hacerla hueca, se desestabilizó, causando futuros problemas.
• Durante el sismo que golpeó a la capital mexicana en 1957, la columna sintió el movimiento y ¡se cayó! Quedó destrozada. Por lo tanto, al reconstruirla fue necesario reforzarla con placas de metal y se tuvieron que cambiar los escalones por metal también.
• Este año, tras una marcha feminista, la base del monumento se lleno de graffiti. Si bien muchos lo vieron como un gran daño al ícono arquitectónico, en realidad ya estaban programadas tareas de reparación, puesto que en el sismo del 19 de septiembre de 2017 quedó dañada la estructura.

¿Conocías estos datos tras este emblema de la ciudad?