Dentro del mundo de la arquitectura, es usual olvidar que tiene muchas ramas. Generalmente, la existencia y mantenimiento de los monumentos se encasilla en el campo de los historiadores del arte y los especialistas en cultura. Sin embargo, los monumentos, al ser parte del paisaje urbano, son parte de la arquitectura de la ciudad.
Por eso, no debe extrañarnos que existan arquitectos especializados en la recuperación del espacio. Los arquitectos que se especializan en recuperación del espacio, aprenden cómo no dañar el patrimonio que hay, al tiempo que se reutiliza para darle nueva vida.
Para esto, es vital el conocimiento para evitar desgaste por mal uso de elementos químicos o de herramientas. Así, los monumentos arquitectónicos se mantienen para la posteridad. De hecho, ya hemos visto varios errores de este tipo a través de la historia. Uno de los más recientes, en los monumentos de Reforma como resultado de una manifestación feminista.
El daño a los monumentos arquitectónicos
El pasado 25 de noviembre de 2019, Día Internacional contra la Violencia contra la Mujer, hubo una marcha feminista en la CDMX. Durante la marcha, se pintaron varios de los monumentos. El objetivo era llamar la atención, causar impresión tal que la causa fuera tomada en cuenta.
Y, si bien no fue bien visto, el problema no fue ese, sino que el Gobierno de la Ciudad de México quiso limpiarlas de inmediato. Por lo tanto, se usaron químicos no aprobados por los expertos en restauración y cuidado de monumentos históricos. Por ejemplo, el gel utilizado dañó materiales como el sílice, base importante de nuestros monumentos históricos, lo que disminuyó la capacidad de soporte de algunos monumentos. Asimismo, el daño se nota en manchas blancas.
Se trata de daños que se pueden reparar. Sin embargo, el desconocimiento y la falta de criterio fue lo que realmente propició daños que se pudieron evitar en un inicio.
Con este ejemplo concreto podemos ver la importancia de los expertos en monumentos arquitectónicos y su mantenimiento. Estos arquitectos fungen como protectores del patrimonio de la Ciudad y ven por su bien y buen uso.