La arquitectura ha sido un elemento fundamental en la cultura latinoamericana durante el siglo XX. 

Desde la década de 1920, un grupo de arquitectos latinoamericanos comenzó a explorar nuevas formas y estilos que se ajustaran a las necesidades y características de la región, y a la vez, aportarán un nuevo enfoque a la arquitectura mundial.

Movimiento Moderno

Uno de los principales movimientos arquitectónicos en Latinoamérica fue el Movimiento Moderno, que se caracterizó por: 

• Estilo minimalista
• Uso de materiales industriales 
• Funcionalidad en la construcción de edificios 

Este movimiento tuvo una gran influencia en la región, ya que sus principios encajaron perfectamente a las necesidades y retos que se planteaban en el contexto latinoamericano de esos años, con economías emergentes.

Obras más destacadas de la arquitectura latina moderna 

• Casa Barragán en México, obra del arquitecto mexicano Luis Barragán, que combina elementos modernos con la tradición y cultura mexicanas. 

• Conjunto Habitacional Pedregulho en Brasil, diseñado por el arquitecto brasileño Affonso Eduardo Reidy, que planteó una nueva forma de entender la vivienda social en las grandes ciudades. 

• Palacio de los Deportes en México, diseñado por los arquitectos mexicanos Ricardo Legorreta y Teodoro González de León, que se convirtió en un icono de la ciudad de México y de la arquitectura moderna en Latinoamérica.

Movimiento Brutalista

El Movimiento Brutalista se caracterizó por el uso del hormigón visto, formas geométricas simples y la creación de espacios abiertos. 

Esta corriente tuvo un gran impacto en la región, ya que se adaptó a las necesidades de construcción de grandes edificios y monumentos públicos, y se convirtió en una forma de representar la identidad cultural de la región.

Obras más destacadas de la arquitectura latina brutalista

• La Torre Latinoamericana en México, diseñada por los arquitectos mexicanos Augusto H. Álvarez y Pedro Ramírez Vázquez, que fue el edificio más alto de la ciudad en su época y se convirtió en un icono de la arquitectura moderna.

• El Conjunto Nacional en Brasilia, obra del arquitecto brasileño David Libeskind, que representa un ejemplo de la arquitectura brutalista en América Latina.

• Hotel del Prado en Cuba, diseñado por el arquitecto cubano Antonio Quintana Simonetti, que se convirtió en uno de los hoteles más emblemáticos de la región.

En conclusión, la arquitectura ha sido una forma de representar la cultura latinoamericana durante el siglo XX, y los movimientos moderno y brutalista han sido una muestra de cómo la arquitectura se adapta a las necesidades y retos que se presentan en la región. Estos movimientos han dejado un legado importante en la arquitectura mundial y en la cultura latinoamericana.