Cuando se habla de paisajismo, puede hablarse de dos cosas diferentes. Por un lado, puede referirse a la corriente artística pictórica dedicada a la representación de paisajes. Y, por otro lado, se puede hablar de la planificación y diseño de jardines y parques.

Cuando a pintura se refiere, el arte paisajista se encarga de plasmar la naturaleza como el protagonista de una obra. Este género pictórico data desde la antigüedad, con algunas de las pinturas más viejas pertenecientes a la antigua Grecia y encontradas dentro de templos. El protagonismo de los paisajes se detuvo tras la caída del Imperio. Así, el paisaje pasó al fondo de las pinturas religiosas de la Edad Media.

Finalmente, al llegar el renacimiento, el interés por los paisajes regresó para volverse un elemento explícito durante el romanticismo. Asimismo, en la cultura asiática oriental, la pintura de paisajes es una de las tradiciones más antiguas. Aunque su origen se establece de tradiciones filosóficas como el taoísmo, sigue vigente.

Características del paisajismo

Por otro lado, el paisajismo como el arte de modificar las características físicas de un espacio utilizando la naturaleza surge a partir de los conflictos ecológicos y sociales consecuentes de la Revolución Industrial. Así, comenzó como la necesidad de representar la relación del hombre con la naturaleza y crear consciencia sobre esta.

La implementación de los jardines urbanos se convirtió en una corriente arquitectónica y de diseño utilizada en las grandes ciudades para incluir las necesidades de la naturaleza. De esta forma, la arquitectura de paisaje se encarga de priorizar la rehabilitación de elementos naturales de forma sustentable, mientras que las construcciones son funcionales y estéticas.

El paisajismo se considera una labor multidisciplinaria. Involucra la restauración del medio ambiente, el diseño de planos para restaurar espacios en ciudades y lugares abiertos, además de la planificación de espacios habitacionales y corporativos. Asimismo, el paisajismo en la responde a la recuperación de la cultura y el patrimonio por medio de la organización de su flora. También integra estudios de evaluación y conservación de espacios históricos, e integra nuevas zonas de vivienda sin comprometer el ambiente.

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