Psicología del color para pintar tu casa

¿Cómo elegir el mejor color para pintar tu casa?

Pocos se preocupan por el color de las paredes de su casa. Sin embargo, según la psicología del color, estos influencian nuestro humor y pensamientos. Así, podemos decir que al remodelar, el color que se elige para pintar cada una de las habitaciones, es un reflejo de nuestra personalidad. En general, quienes optan por paredes blancas suelen ser personas organizadas, limpias y en busca de tranquilidad, mientras que aquellas que escogen colores chillantes o poco convencionales, reflejan una personalidad fuerte y creativa.

El efecto de los colores

La psicología del color está basada en los efectos mentales y emocionales que los colores tienen sobre las personas en todas las facetas de su vida. Por ejemplo, varios estudios han demostrado que el color rojo sube la presión arterial, lo que aumentaba la adrenalina.

En general, la psicología del color separa a los colores en dos categorías: colores cálidos y colores fríos. Los cálidos son aquellos como el rojo, amarillo y naranja, mientras que los fríos son el azul, verde y morado.

Al aplicar la psicología del color a la arquitectura y diseño de interiores, podemos decir que los colores poco saturados hacen que los cuartos se vean más grandes y con más luz. A su vez, los colores oscuros y saturados se presentan como sofisticados y dan a los espacios un ambiente más íntimo y moderno.

A continuación te mostramos las características básicas de los colores por si crees que la psicología del color puede aportar algo a tu decisión al escoger el nuevo color de tu casa.

Rojo

Se le relaciona con temperamentos fuertes y un aumento de energía. Si quieres emoción, el rojo es una excelente opción. Sin embargo, se ha observado estimula el hambre pero a la vez estimula la conversación al hacer un espacio más acogedor. Se considera demasiado estimulante para habitaciones en las que estás todo el día, pero por la noche y con la luz de una lampara el espacio se nota sofisticado y elegante.

Amarillo

Se relaciona con la felicidad. Es una excelente opción para cocinas y comedores. En pasillos y espacios pequeños funciona para hacerlos ver más atractivos y amplios. Sin embargo, no se recomienda para habitaciones de bebé pues aparentemente los hace llorar.

Azul

Se considera un color tranquilizante, aunque también se considera frío. Se recomienda para baños y habitaciones personales. Si optas por un azul claro, balancéalo con muebles de color oscuro. Toma en cuenta también que los azules en tono oscuro son deprimentes y taciturnos, además de que hacen ver los espacios más pequeños.

Verde

Es refrescante. tiene un efecto tranquilizante cuando se usa como color principal para la decoración.

Morado

En sus tonos saturados es elegante, se asocia con lujo y creatividad. Si lo usas como color secundario, dará una sensación de profundidad.

Naranja

Evoca entusiasmo y emoción. Es un color energético que es perfecto para un gimnasio.

Colores neutrales (negro, blanco, gris, café)

Su mayor virtud es la flexibilidad. Su fuerte es añadir contraste. El negro en dosis pequeñas acentúa las combinaciones con cualquier color. De hecho, algunos expertos creen que todo cuarto debe tener un toque de negro para dar profundidad.

Elige sabiamente

Además de tomar en cuenta lo anterior, antes de escoger un color, piensa en el humor que quieres tener en la habitación que vas a pintar. Toma ideas de revistas, sitios web o de otras casas. También toma en cuenta el color del piso, si hay alfombra y el color de tus muebles.

Una vez que encuentres algo que te guste, limítate a un máximo de 4 colores. Demasiados colores harán que el espacio se vea amontonado y chocante. Además de que es poco estético.

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