¿Qué busca y cómo lo logra?
La arquitectura sustentable -también llamada sostenible, verde, ecoarquitectura o arquitectura ambientalmente consciente-, surge en parte de la corriente arquitectónica high tech creada en los 70. De ella toma la idea de apoyarse en la innovación y tecnología. Su objetivo es optimizar los recursos naturales y minimizar el impacto ambiental de la construcción sobre el medio ambiente.
Este tipo de arquitectura considera desde su planeación, los efectos de las condiciones climáticas, la hidrografía y ecosistemas en el entorno de la futura construcción. Toma en cuenta el ciclo de vida, eficacia y moderación de los materiales que se pueden utilizar. Así como la reducción de materiales no renovables. También analiza y planea la disminución del consumo de energía utilizada en calefacción, iluminación y refrigeración; y valora las soluciones posibles en términos de manejo de residuos y reciclaje.
Con todo esto en mente, la arquitectura sustentable se enfoca en la creación de espacios saludables. Pensando también en que sean económicamente viables y sensibles a las necesidades sociales. Además, destaca el uso de productos regionales y locales como valores centrales de su filosofía.
Para lograr sus objetivos, hace uso de azoteas verdes, jardines verticales, calentadores solares y aprovechamiento de la luz natural. Usa a su vez focos LED, sistemas de reciclaje de agua e inmobiliario de materiales reciclados como fibra de coco.